Las nuevas instalaciones

El derribo de la planta móvil sólo supondría el inicio por parte de la empresa de una serie de instalaciones nuevas que, recuperando parte de la maquinaria que la conformaba, añadieron con descaro sin solicitar ninguna licencia al Ayuntamiento.

Así pues, se puede decir que en lugar de derribar la planta móvil, lo que hicieron fue desmontarla y colocar sus piezas de otra forma.

Indignado por estas cuestiones, de nuevo denuncié ante un Ayuntamiento que comenzaba a serme tan familiar como insoportable. Las guasas de ¡Hola, qué tal, ¿otra vez por aquí?. A ver si te dan un despacho!, procuraba tomármelas con resignación, pero claro, eran mejores que los desprecios y malas caras que me tocaba soportar en otras ocasiones. Si era un pesado era por su culpa y como perjudicado nadie puede negarme mi derecho a quejarme ante una situación largamente tolerada por el Ayuntamiento de Redondela.

Las nuevas instalaciones (una planta mezcladora, una edificación, y varios equipos recicladores), todos ellos en 2005 y 2006, se transformaron en tres nuevos expedientes de reposición de la legalidad, que a día de hoy continúan sin resolverse.

A estos tres hay que añadir un nuevo silo, que colocaron en enero de 2008, y de nuevo otro expediente, ya que una vez más la empresa no solicitó licencia para la instalación del mismo.

Debo decir que para consuelo de la empresa, que como podréis suponer tiembla cada vez que la denuncio por las instalaciones ilegales, ya que la eficacia y rapidez del Ayuntamiento son inauditas, todos estos expedientes están parados, con la excusa del Dictamen del Consello Consultivo.

Sólo puedo decir que me parece vergonzoso que una empresa pueda lucrarse durante años utilizando instalaciones ilegales y que el Ayuntamiento de Redondela no haga nada para evitarlo. ¿Para qué pedir los permisos, si pueden trabajar impunemente sin ellos?. No creais que no los piden por capricho. Lo que pasa es que la clasificación de los terrenos impide estas nuevas instalaciones, por lo que de solicitar las licencias les serían denegadas, y por supuesto ni Ayuntamiento ni empresa quieren meterse en eso. Les sale más rentable no pedirlos y trabajar como si nada, que pedirlos y que se los denieguen, lo que supondría una mayor implicación del Ayuntamiento en el asunto.