Los Plenos

Esta última noche ha sido especialmente dura. Los ruidos fueron continuados, especialmente esa especie de motor, un "arranque", como lo llamamos en casa. Creo que lo utilizan para fragmentar los materiales, y es tremendamente molesto. Como si la casa temblara...

En esta nueva entrada me gustaría hablaros de los dos plenos que ha habido recientemente para aprobar la declaración de lesividad del acto de anulación de la licencia. La celebración de un pleno es un requisito necesario para que un Ayuntamiento pueda declarar lesivo un acto, por lo que no se trata más que de una pantomima orquestada, ya decidida de antemano.

El primero de ellos fue un pleno extraordinario celebrado a mediados de julio. El halo de misterio con el que los funcionarios y varios concejales del Ayuntamiento trataban el asunto en los días previos me hizo crear fundadas esperanzas de que al menos algún grupo político tendría algo que decir. Yo por supuesto tenía que estar allí. No me lo perdería por nada del mundo.

La hora era bastante atípica para los plenos, ya que suelen ser a última hora de la tarde. Éste, en cambio, fue a primera hora de la mañana. Allí estábamos, pues no era recomendable que yo fuera solo, (ya sabeis, por lo que pudiera pasar). Una vez llegada la hora comenzaron a llegar los diferentes miembros de la corporación municipal, algunos lamentablemente muy conocidos por mi parte, otros no tanto, pero todos, con la misma cara de seriedad y miradas no precisamente amistosas.

Cinco minutos más tarde, todo había terminado. Sorprendentemente, la sesión se había limitado a un minuto de silencio por las víctimas de la violencia de género, la aprobación del pleno anterior, y la aprobación por unanimidad de la cuestión que nos ocupaba, la declaración de lesividad. Sin más, la actuación había terminado, y el circo cerraba sus puertas.

Lo único destacable fue la presencia de una periodista de Radio de Redondela, que tuvo a bien preguntarnos nuestra opinión sobre el asunto.

La noticia sobre un segundo pleno, en el mes de Noviembre, me sorprendió más, pero esta vez por el desconocimiento acerca de su necesidad, así como la importancia que parecía darle el Ayuntamiento. Las cosas fueron completamente distintas a las del pleno anterior, ningún misterio ni ocultación, las noticias de que "lo mío" iba a ir a pleno me llegaron con antelación. Así que esta vez, supuse que la cuestión sería diferente, no sé, tal vez alguien tendría dos dedos de frente y recapacitarían sobre el asunto. Sin embargo, todo fue similar, fue de nuevo aprobado por unanimidad, y pasó sin pena ni gloria, en un pleno cargado de emociones por las protestas de algunos colectivos vecinales, descontentos con la gestión del Alcalde.

Lo más destacable, un comentario final de Paqui Canal, canditata del PP, que se me acercó y me susurró que "tenía que haber denunciado la instalación", atónito le respondí que todo estaba denunciado, a lo que respondió "pues tráeme los papeles". Todavía hoy no comprendo el comentario de esta mujer, que parece no estar al tanto del problema, lo cual me lleva a la inevitable pregunta: ¿Cómo puede votar a favor de un asunto sin saber de qué trata, ni lo que hay en juego?