Como todos sabreis, una industria de hormigón produce polvo. Es una realidad difícil de paliar, sin polvo no sería una industria de hormigón. 
Creo que no he comentado, que además de mi vivienda, hay otras muy cerca de la empresa, pero lo más llamativo es la presencia de un Colegio público a escasos 100 metros de la misma.
Con tantos afectados, os preguntaréis por qué permitieron su instalación. Esa es una buena pregunta para la que yo tampoco tengo respuesta. Después de todos estos años, todavía hoy me pregunto cómo mis "vecinos" pudieron aceptar semejante desaguisado sin levantar la voz. Con lo sencillo que hubiera sido si, unidos todos los vecinos, nos hubiésemos enfrentado a empresa y ayuntamiento. No merece la pena lamentarse por algo que nunca se dio.
Tengo que decir que al inicio, sí hubo algunas voces y protestas del colegio, que incluso llegó a cancelar las clases en el exterior, como la gimnasia o el recreo, al verse impedidos los niños debido al polvo producido. Tras eso, no sé nada. De pronto aquí no ha pasado nada y silencio absoluto. Creo que vosotros al igual que yo podeis sacar vuestras propias conclusiones al respecto.
Sin embargo, aunque las voces sí se callaron, el polvo hablaba por sí mismo, y había que callarlo también. A alguien, no demasiado inteligente, bajo mi parecer, se le ocurrió tapar el polvo mediante aspersores de riego de jardín que colocados sobre postes de unos dos metros de altura, adornaban todo el c amino público ( por el que por cierto los vecinos teníamos que pasar ). Así pues, con esta decisión surrealista y absurda, ciertos sujetos se quedaron tan anchos, como si el problema hubiese sido resuelto, con el menor gasto y molestias para la empresa. ¿Que los vecinos teníamos que pasar bajo los aspersores todos los días, tratando de evitar las mojaduras?, pues no pasa nada. Hay una imagen que tras varios años no logro quitarme de la cabeza, pero por divertida y ridícula. Imaginaos varias señoras de unos sesenta y muchos años, vestidas con chandals (?) intentando pasar bajo los aspersores, que por cierto se me olvidó comentar que eran giratorios, emulando a los mejores concursantes del entrañable grand prix.
amino público ( por el que por cierto los vecinos teníamos que pasar ). Así pues, con esta decisión surrealista y absurda, ciertos sujetos se quedaron tan anchos, como si el problema hubiese sido resuelto, con el menor gasto y molestias para la empresa. ¿Que los vecinos teníamos que pasar bajo los aspersores todos los días, tratando de evitar las mojaduras?, pues no pasa nada. Hay una imagen que tras varios años no logro quitarme de la cabeza, pero por divertida y ridícula. Imaginaos varias señoras de unos sesenta y muchos años, vestidas con chandals (?) intentando pasar bajo los aspersores, que por cierto se me olvidó comentar que eran giratorios, emulando a los mejores concursantes del entrañable grand prix.
El problema es que el polvo es muy difícil de tapar, y mucho menos si lo que se hace es meterlo bajo la alfombra. Estos sujetos, tan inteligentes ellos, no se dieron cuenta de que no es bueno juntar cemento y agua, y lo único que lograron con los aspersores fue hacer un lodazal extenso que empeoró aún más las cosas.

Creo que no he comentado, que además de mi vivienda, hay otras muy cerca de la empresa, pero lo más llamativo es la presencia de un Colegio público a escasos 100 metros de la misma.
Con tantos afectados, os preguntaréis por qué permitieron su instalación. Esa es una buena pregunta para la que yo tampoco tengo respuesta. Después de todos estos años, todavía hoy me pregunto cómo mis "vecinos" pudieron aceptar semejante desaguisado sin levantar la voz. Con lo sencillo que hubiera sido si, unidos todos los vecinos, nos hubiésemos enfrentado a empresa y ayuntamiento. No merece la pena lamentarse por algo que nunca se dio.
Tengo que decir que al inicio, sí hubo algunas voces y protestas del colegio, que incluso llegó a cancelar las clases en el exterior, como la gimnasia o el recreo, al verse impedidos los niños debido al polvo producido. Tras eso, no sé nada. De pronto aquí no ha pasado nada y silencio absoluto. Creo que vosotros al igual que yo podeis sacar vuestras propias conclusiones al respecto.
Sin embargo, aunque las voces sí se callaron, el polvo hablaba por sí mismo, y había que callarlo también. A alguien, no demasiado inteligente, bajo mi parecer, se le ocurrió tapar el polvo mediante aspersores de riego de jardín que colocados sobre postes de unos dos metros de altura, adornaban todo el c
 amino público ( por el que por cierto los vecinos teníamos que pasar ). Así pues, con esta decisión surrealista y absurda, ciertos sujetos se quedaron tan anchos, como si el problema hubiese sido resuelto, con el menor gasto y molestias para la empresa. ¿Que los vecinos teníamos que pasar bajo los aspersores todos los días, tratando de evitar las mojaduras?, pues no pasa nada. Hay una imagen que tras varios años no logro quitarme de la cabeza, pero por divertida y ridícula. Imaginaos varias señoras de unos sesenta y muchos años, vestidas con chandals (?) intentando pasar bajo los aspersores, que por cierto se me olvidó comentar que eran giratorios, emulando a los mejores concursantes del entrañable grand prix.
amino público ( por el que por cierto los vecinos teníamos que pasar ). Así pues, con esta decisión surrealista y absurda, ciertos sujetos se quedaron tan anchos, como si el problema hubiese sido resuelto, con el menor gasto y molestias para la empresa. ¿Que los vecinos teníamos que pasar bajo los aspersores todos los días, tratando de evitar las mojaduras?, pues no pasa nada. Hay una imagen que tras varios años no logro quitarme de la cabeza, pero por divertida y ridícula. Imaginaos varias señoras de unos sesenta y muchos años, vestidas con chandals (?) intentando pasar bajo los aspersores, que por cierto se me olvidó comentar que eran giratorios, emulando a los mejores concursantes del entrañable grand prix.El problema es que el polvo es muy difícil de tapar, y mucho menos si lo que se hace es meterlo bajo la alfombra. Estos sujetos, tan inteligentes ellos, no se dieron cuenta de que no es bueno juntar cemento y agua, y lo único que lograron con los aspersores fue hacer un lodazal extenso que empeoró aún más las cosas.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario