Jaime Conde
Las mediciones medioambientales realizadas por la Consellería de Sanidade en las inmediaciones del centro escolar de Porto-Cabeiro, en la parroquia de Vilar de Infesta, han detectado un nivel de partículas en suspensión que supera veinte veces los índices permitidos por la legislación vigente. Estas mediciones se llevaron a cabo tras paralizarse las clases de educación física para evitar la nube de polvo que provoca el paso de camiones por la zona.
Los resultados de las muestras medioambientales recogidas en las inmediaciones del colegio de Porto-Cabeiro, en la parroquia redondelana de Vilar de Infesta, indican que los días 7, 8 y 9 de noviembre se contabilizó un número de partículas en suspensión que supera veinte veces los índices permitidos por la legislación vigente.
Los técnicos de Sanidad Ambiental de la Xunta comprobaron que en las inmediaciones del citado colegio aparecían durante esos tres días, 2.959, 2.900 y 3.238 microgramos de partículas por metro cúbico (mc/m3) de aire, cuando el valor exigido no debe superar los 150 microgramos.
Estas nubes de polvo se originan, según los responsables del centro educativo, por el continuo tráfico de camiones a través de un camino de tierra que comunica con una empresa de hormigones.
Las muestras conseguidas a lo largo de tres jornadas posteriores apuntan a un descenso en los niveles de contaminación (816, 815 y 437 mc/m3), a consecuencia, según los responsables de Sanidad Ambiental, de que las lluvias registradas esos días en la zona eliminaron las impurezas del aire.

Una vez examinados los resultados, la dirección del centro escolar de Cabeiro volvió a dirigirse al departamento de Medioambiente de la Xunta para solicitar un análisis sobre el tipo de partículas que se han detectado, el grado de toxicidad y las posibles consecuencias para la salud pública.
Desde la sección de Sanidad Ambiental de Pontevedra no quisieron realizar ayer ningún comentario sobre la composición de estas partículas, al señalar que la denuncia ya está en manos del juzgado.
Los afectados han denunciado en reiteradas ocasiones el peligro que supone para los alumnos del colegio público de Porto Cabeiro la contaminación medioambiental que se registra en la zona desde hace años.
Unas semanas antes de llevarse a cabo las mediciones sobre las partículas en suspensión, el profesorado decidió anular las clases de educación física para evitar que los jóvenes estuviesen expuestos a la nube de polvo que envuelve las instalaciones deportivas del colegio.
Estos resultados confirman las sospechas del profesorado sobre la contaminación existente en la zona.
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