P.C. Faro de Vigo
A pesar de que la situación mejoró ayer gracias al riego, los niños de Cabeiro se vieron obligados el pasado jueves a suspender las clases por el alto grado de polvareda. El índice de partículas en suspensión registrado en el colegio público de Cabeiro es 20 veces superior al permitido, hecho que ha sido denunciado ante la Xunta.
Mientras padres y profesores temen por la salud de los pequeños, las autoridades sanitarias continúan impasibles ante la situación. Los médicos han alertado sobre los posibles riesgos.
Hace varios meses que la dirección del centro y el APA del colegio público de Cabeiro espera la respuesta de la última denuncia presentada en la Ventanilla de Medioambiente de Pontevedra. De Sanidad sólo recibieron un informe en el que si bien se reconocía el exceso de polvo en el aire, se decía que no entrañaba ningún peligro para los niños, como mucho una conjuntivitis.
De industria no se recibió mejor respuesta. Lo único que esta Consellería hizo fue enviar al colegio un informe medioambiental fechado en 1994 sobre la empresa Hormigones Vigo, situada a escasos metros del centro escolar.

Ahora esperan con impaciencia la última esperanza de que alguien haga algo desde la Administración. A ningún padre le han servido las palabras de Sanidad, cuando los médicos opinan lo contrario. Desde bronquitis, rinitis, faringitis … hasta asma crónica esas pueden ser las temibles consecuencias de este aire. Con la llegada del buen tiempo, el grado de polvareda es aún mayor, lo que provocó el pasado jueves la suspensión de las clases. Ayer el riego abundante que se llevó a cabo en la zona mejoró la calidad del aire.
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