Precintos y más precintos

Podeis pensar que yo soy el único que se queja por esta empresa, y en cierta manera así es. Mis vecinos, cuyo comportamiento me cuesta describir con palabras, quizá podría tachar de cobardes, esperan a la sombra una resolución definitiva sobre el caso. He oído algunos comentarios de ánimo y de apoyo ( los menos ), sin embargo, la gran mayoría guarda silencio al respecto. Prefiero creer que en el fondo también me apoyan, ya que de lo contrario supongo que me lo habrían dicho directamente.

Mis quejas sin embargo no han caído en saco roto, y puedo decir que la omisión inicial del Ayuntamiento de Redondela, no ha sido total. Por parte de este Concello se ha multado a la empresa por contaminación, creo recordar que dos veces, aunque por supuesto con la irrisoria cuantía de 75.000 pesetas en ambas ocasiones. Desconozco si sendas multas fueron pagadas o no. Me reservo mi opinión al respecto.

Sin embargo, el comportamiento de la empresa, que continuaba ilegal y haciendo lo que le daba la gana, en cuanto a ruidos, polvo y vertidos, obligó al Ayuntamiento, a clausurar la planta precintándola en dos ocasiones, harto de mis denuncias.

En 1996, siete años desde que comenzó a trabajar y dos antes de que le concedieran la dudosa licencia de apertura, fue precintada por incumplir la normativa de vertidos.
En 2004, seis años después de que le concedieran la famosa licencia, por carecer de la autorización de vertidos de cuencas, cuya obtención era impresicindible para la validez de la licencia otorgada seis años antes. Para que no os liéis, lo explicaré mejor en otra entrada.

Ninguno de los dos precintos resultó efectivo ya que la empresa continuó trabajando e incumpliendo la legalidad, tras la rotura de los mismos, y una vez más me sentí impotente ante la nula acción del ayuntamiento ante tales hechos.