En mi interminable cruzada por conseguir que el Ayuntamiento de Redondela haga su trabajo y precinte las obras ilegales de la empresa, hoy ha tenido lugar un nuevo capítulo:
Tras haber llamado a la policía el viernes, para que quedara constancia de que la empresa continuaba trabajando, sin tener conocimiento de si ésta se había presentado o no, y siguiendo las instrucciones de urbanismo, fui de nuevo al ayuntamiento para presentar la correspondiente denuncia y para asegurarme de que la policía estaba enterada de todo.
Al parecer, la policía sí había hecho acto de presencia, pero no había ningún informe que lo justificara.
Lo más fiable era hablar con el propio jefe de policía local, que sin duda estaría enterado del asunto al haberle sido notificada la resolución el día 1 de diciembre.
Cual fue mi sorpresa, al decirme este hombre que él no había recibido nada, y tras unos instantes de confunsión y rebuscar en varias carpetas con papeleo, finalmente encontró el bendito escrito, que había sido archivado. Según me informó, tras hacer memoria de lo ocurrido, al recibir la notificación de precinto, y desconociendo cuáles eran las instalaciones a precintar, se puso en contacto con el vigilante de obras para que éste lo acompañara. Sin embargo, éste último le comunicó que el precinto no se llevaría a cabo debido a un error, por lo que fue él mismo quien archivó la notificación.
Todavía más confuso que antes, le dije que tenían que precintar las instalaciones, que me lo habían dicho en urbanismo, y que nos estaban perjudicando porque la empresa hacía mucho ruido día y noche.
Para aclarar el problema, él mismo llamó al vigilante de urbanismo, que explicó que tras el día 1 de diciembre, fecha en la que la policía pretendía efectuar el precinto, éste todavía no se podía llevar a cabo, puesto que la empresa había retrasado el recibir la notificación, que finalmente fue recibida el día 12 del mismo mes, y era a partir de esta fecha cuando tenían que haberlo hecho. Por lo tanto, al parecer, el jefe de policía había entendido mal y la resolución del precinto tenía que haber sido pospuesta hasta que la empresa estuviese enterada y no archivada como había ocurrido. Sin embargo, este hombre parecía convencido de no haberlo entendido mal, y de que las órdenes recibidas eran de no llevar a cabo el precinto, (así lo había anotado a bolígrafo en la propia resolución), por lo que me aseguró que la próxima vez, quería que se lo pusieran todo por escrito, para acabar de una vez con los malentendidos.
En los próximos días me aseguraron que sí precintarían las instalaciones. A ver si es verdad.
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