Aquí estoy de nuevo para contaros la historia interminable del precinto de las instalaciones ilegales de la cementera de Vilar.
Esta mañana, como me habían dicho, la policía fue a precintar las dichosas instalaciones, al fin. Pero lamentablemente las cosas no salieron como esperaba. La presencia de los agentes no fue bien recibida por parte de los responsables de la empresa, que les negaron el acceso al recinto, y les dijeron que sin una orden judicial, allí no entraban.
Sin tener claro qué es lo que debían hacer, los policías regresaron por donde vinieron hasta el Ayuntamiento, donde hablaron con el abogado municipal, que les informó que la empresa debía firmar un escrito conforme impedían que se llevase a cabo el precinto. Y así lo hicieron.
Ahora ese escrito se paseará por el Ayuntamiento, que supongo deberá mover ficha.
Quiero aclarar que toda esta información la obtuve del mismísimo jefe de la policía, ya que tras una bendita mañana en la que reinaba el silencio (lo que me confirmó la presencia de los agentes), el mediodía volvió a ser igual de ruidoso, por lo que llamé a la policía y fue éste quien me informó de todo, bastante indignado, por cierto, al saber de la intención por parte de los responsables de la empresa de denunciarle a él y a la policía de Redondela.
Veremos en qué acaba todo esto, porque parece que va para largo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario