lunes, 2 de febrero de 2009

La orden judicial

Esta mañana he vuelto a repetir mi visita forzosa al Ayuntamiento de Redondela, de nuevo buscando respuestas a mis dos problemas actuales con la cementera de Vilar, la ejecución del precinto, y los insoportables ruidos, diurnos y nocturnos, que la empresa produce.

Sobre el precinto, me confirmaron lo que ya sabía:

Personada la policía local, con la arquitecta municipal y el vigilante de obras en la empresa, uno de los empleados les negó el paso tras informarse telefónicamente y recibir órdenes de la gerente, que sin una orden judicial, no iba a permitir que pasaran y llevaran a cabo el precinto.

Como ya he dicho en la entrada anterior, ahora toca mover ficha al Ayuntamiento, que ha decidido solicitar la autorización judicial para entrar en la empresa, en los juzgados de lo contencioso de Vigo. Por lo que me han dicho, esto llevará su tiempo, así que a armarse de valor y a seguir esperando.

Por otra parte, el Concejal de Medioambiente ya ha regresado de su baja, por lo que aprovechamos para hablar con él de los insoportables ruidos que venimos sufriendo. Ya estaba enterado de todo, pero como siempre no hemos recibido una respuesta clara sobre el problema y mucho menos una solución. Nos remite a la policía, que sea ésta la que in situ compruebe si hay "barullo", y en ese caso, tras contar con un informe policial que lo asegure, mandará realizar mediciones a la empresa especializada. Tras recordarle que hace poco hubo mediciones, en las que la empresa era sancionada por falta grave, al superar los niveles permitidos, éste nos aseguró que había sido multada ( 9.000 €, al parecer), y que aunque una de las sanciones posibles era la de la clausura de la planta, prefirieron no adoptar esta medida ante la sospecha de que no se llevaría a cabo. Le reclamamos que la empresa estaba pagando por hacer ruido, y nos aseguró que la multa no la eximía de cumplir con la legalidad, y que tenía que dejar de hacerlo. Francamente, nos da igual las multas que pague ( o no ) la empresa, lo único que queremos es tener tranquilidad y no seguir soportando el ruido. En la conversación salió el tema de si la empresa podía o no trabajar en horario nocturno. Tengo que decir que en su momento la empresa de mediciones nos aseguró que no, ya que necesitaban un permiso especial, y así se lo comuniqué al Concejal, que me prometió que trataría de averiguar si esto era así, aunque no formaba parte de su competencia.

Nosotros por nuestra parte, pensaremos en qué es lo siguiente que haremos, pues estar parados no es una opción.

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