La prensa local se hizo eco de los hechos conocedora de la problemática existente con esta empresa de hormigón, haciendo un resumen de los últimos acontecimientos destacando la actividad que lleva a cabo sin licencia de actividad.
La desobediencia y actitud de los responsables resulta un insulto y un desprecio absoluto por la legalidad vigente. Con descaro se someten al precinto para, minutos más tarde, romperlo y continuar con su actividad.
Sin embargo, en esta ocasión quisiera comentar algo que me parece vergonzoso, y que ya dejé caer en mi última entrada en este blog, y es el hecho de que las obras realizadas sin licencia hayan sido subvencionadas por la Xunta de Galicia.
Así pues, la Xunta otorgó en 2006 una subvención de 25.000 € para la compra de un equipo reciclador destinado a limpieza y recuperación de hormigón de hormigoneras y bombas, dentro del programa destinado a las inversiones encaminadas a la prevención y reducción de la contaminación a través de mejoras tecnológicas.
Conocedora de la imposibilidad de realizar nuevas instalaciones, salvo provisionales, al ser de aplicación el régimen de suelo rústico, la empresa solicitó licencia de obras menores, que obviamente fue denegada, al no "colar" como obra menor la realización de cimentaciones de anclaje del equipo de reciclaje mediante la realización de muros de hormigón armado en 60 metros cúbicos, siendo en realidad un muro de contención que ha de soportar la presión de las tierras. Es por ello que además necesitan una previa y preceptiva autorización autonómica, algo que según tengo entendido, la empresa se ha negado a solicitar.
Pero esta "ejemplar" empresa que carece de licencia de actividad y que es un claro ejemplo de infracción urbanística, que además ha sido sancionada y precintada en diferentes ocasiones por contaminación acústica y por realizar vertidos, ha recibido además otras subvenciones de 15.300 € tanto en 2007 como en 2008, para evitar precisamente la contaminación. Vergonzoso.
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