lunes, 16 de noviembre de 2009

Tercer Precinto, tercera rotura

El pasado viernes 13 de noviembre el Ayuntamiento de Redondela volvió a precintar por tercera vez algunas de las instalaciones de la planta de hormigón: la amasadora, una edificación y los equipos recicladores de hormigón.

Este "reprecintado" del "reprecintado", (hay que recordar que en septiembre y octubre ya fueron precintadas y rompieron el precinto), tuvo lugar a las 10:30 de la mañana y en las mismas condiciones que en las veces anteriores, es decir, con despliegue de efectivos de la policía local y técnicos del Ayuntamiento, y en presencia de la representante de la empresa, que cuestionada por las roturas anteriores dijo ignorar quién lo había hecho, pero ya que estaba, dio órdenes de continuar con la actividad. Pues claro, mujer, si no pasa nada, os precintan, lo rompéis, y ya que está roto por qué no seguir trabajando, ¿no?.

Como era de esperar, en cuanto la policía salió del recinto volvieron a romper los precintos y a trabajar en las instalaciones ilegales. En recientes alegaciones presentadas por la cementera se justifican diciendo que están en desacuerdo con la resolución de la alcaldía que ordena el precintado, al carecer las obras de licencia u orden de ejecución que las ampare, ya que ellos consideran que dichas obras ya están cubiertas por la licencia de obra de la planta original, concedida en 1996. Sin embargo, el Ayuntamiento no lo cree así y dada la complejidad del asunto, siguiendo una sentencia dictada el pasado año, la legalidad de las obras construidas está en manos de la Agencia de Protección de la Legalidad Urbanística (APLU), que determinará quién tiene razón.

Hay que tener en cuenta que es la legalidad de la obra la que está en manos de la Agencia y no la actividad que se viene desarrollando en ella, de modo que atendiendo a los perjuicios que dicha actividad está causando, lo lógico es paralizarla hasta que se legalice, se obtengan las licencias, si es que se pueden conceder o se ordene el derribo, en caso de ilegalidad, y de ahí viene lo del precintado, a fin de evitar los daños que causa el uso de esas nuevas instalaciones ilegales, y especialmente teniendo en cuenta que la planta de hormigón carece de licencia de actividad, al habérsele sido anulada según Dictamen del Consello Consultivo de Galicia.

Por último quisiera agradecer una vez más al periodista de Faro de Vigo, Antonio Pinacho, por relatar los hechos y hacerse eco de la problemática con esta cementera.

Como anécdota decir que las fotografías tomadas in situ por dicho periódico han hecho más daño a la empresa que el precinto en sí, ya que esta vez cerraron los portales para evitar cualquier instantánea de los hechos.

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