En mi última entrada había comentado que tras el undécimo precintado de las instalaciones ilegales de la cementera de Vilar, la planta había respetado la resolución del Ayuntamiento de Redondela y en consecuencia su volumen de trabajo era menor.
A día de hoy, tengo que decir que esto no es así. Desconozco los motivos del menor trabajo de la cementera, pero los precintos han sido quebrantados hace ya semanas, algo que sospechábamos, incluso en el momento en el que escribí mis últimas palabras, pero dada la relativa tranquilidad reinante, no lo podía asegurar.
Os explico: Han mantenido las vallas y la cinta policial en la instalación más visible, (la que ha servido para pillarlos in situ rompiendo el precinto), utilizando esporádicamente las otras. Así por ejemplo, venían un par de bombas de cemento que cargaban en el silo, pero pasaban días sin regresar. Cargaban unas cuantas hormigoneras por la mañana en la zona de la mezcladora, manteniéndose un silencio casi total por la tarde. La edificación pasaba de tener las ventanas abiertas a cerradas pero con la cinta policial en la entrada.
Cuando pasas tanto tiempo escuchando los mismos ruidos ya empiezas a identificarlos, "el arranque", "la bomba", "el chirrido", y decíamos "ya rompieron", pero como había días en que incluso cerraban el portal y había silencio, cambiábamos de opinión.
Ahora tenemos la confirmación oficial de que los precintos han sido quebrantados, pues existe un parte policial que así lo indica, a lo que hay que añadir que descubierto el pastel ya han vuelto a trabajar como siempre, llegando esta misma mañana las hormigoneras de cinco en cinco.
Mi teoría es que han tenido menos trabajo (por circunstancias ajenas) y han aprovechado a ver si colaba y nadie se daba cuenta, manteniendo en apariencia los precintos. Incluso es muy posible que el hecho de cerrar el portal haya sido un truco para despistar a la policía que tiene que hacer el seguimiento, algo que ya han hecho con antelación de noche para que los agentes no los pillaran trabajando.
Ahora que se ha descubierto todo ya no tienen que disimular y su actividad ha vuelto a ser la de antes, regresando el ruido (y los dolores de cabeza).
No sabemos cuando se decidirá el Concello a ejecutar la paralización total de la planta, por ahora solamente tienen la intención de repetir de nuevo el show de los precintos.
Nos vemos al duodécimo.
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